CRISIS Y AFONÍA

La crisis deja 'afónicos' a los dobladores.

En los últimos años se han cerrado casi todos los estudios de doblaje de Zaragoza y se han congelado las tarifas para ser más competitivos.
En la sede de Estudio Roma, Adolfo García controla la grabación de Eduardo Díez y Daniel Máñez.OLIVER DUCH En la sede de Estudio Roma, Adolfo García controla la grabación de Eduardo Díez y Daniel Máñez.OLIVER DUCH

Eliminar el doblaje en las películas y apostar por las versiones originales con la excusa de mejorar el nivel de idiomas sería la puntilla para un sector al que la crisis ha golpeado muy fuerte". Para Fernando Rico, responsable de la empresa de doblaje Sonomaster, que acaba de cerrar sus puertas, la sugerencia del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, apoyada por la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, es "un golpe más que acabaría con nosotros", insiste.

Hace tres años, en Zaragoza había alrededor de media docena de empresas que se dedicaban al ámbito del doblaje. Muchas de ellas colaboraban para la televisión pública aragonesa, pero, con la crisis, se ha incrementado el número de reposiciones y las películas vienen ya dobladas por la FORTA. "Ahora hay que unirse a otras empresas para poder seguir adelante, también tenemos la opción de hacer copias de emisión de los máster originales para poder emitirlos en varias cadenas a la vez", indica Rico.

Actualmente, la única en Zaragoza que trabaja con estudio propio y un registro con más de ochenta voces (españolas, y también inglesas, chinas, japonesas o árabes) es Estudio Roma, aunque hay otras empresas del sector audiovisual, que no son estudios de doblaje, y que también hacen estos trabajos, por lo que los profesionales del sector se quejan del intrusismo que existe.

Para mantenerse en activo, Estudio Roma ha tenido que diversificar su oferta, avanzando hacia el sector de la publicidad (suya es la sonorización de la campaña de Chenoa para Muebles Rey), la postproducción de audio para vídeo y la grabación de música clásica, campo en el que son referente nacional.

"La crisis ha provocado una verdadera limpieza dentro del mundo del doblaje. Han cerrado sus puertas aquellos que no han sabido responder con calidad, eficacia y rapidez, no solo en Zaragoza, también en Madrid o Barcelona. El resto hemos tenido que ajustar precios, por lo que actualmente mantenemos las mismas tarifas que en el 2008, pero el nivel de trabajo es superior, porque, al ser más competitivos, nos llegan encargos de fuera", matiza Adolfo García, responsable de Estudio Roma.

Este ajuste de precios no solo afecta a las empresas, también lo notan, y mucho, los actores de doblaje. "Actualmente hay muchísima competencia y ganarse la vida es muy complicado. Antes, podías embolsarte más de 3.000 euros al mes y ahora no pasa de 1.500. El único campo en el que se mantienen las tarifas es en la publicidad, donde se siguen cobrando cantidades importantes", afirma Eduardo Díez. Este actor de doblaje zaragozano trabaja habitualmente en Barcelona y desde que comenzó ha puesto la voz, entre otros personajes, a varios de la serie 'C.S.I'.

Además, la diferencia entre lo que se cobra por 'take' (toma en la que interviene un doblador) en el cine y en el resto de productos es considerable. Normalmente, un doblador cobra 55 euros por convocatoria y 5 euros por 'take' para una película, cantidad que desciende hasta los 3 euros cuando se dobla otro producto. En la publicidad, los precios que se cobran son más elevados.

Escuela de doblaje

Eduardo Díez forma parte de la promoción de dobladores que surgieron en Zaragoza en los años 90. En ese momento, la ciudad se convirtió en un referente nacional, gracias, sobre todo, a la puesta en marcha de una escuela de doblaje por parte de Juan Antonio Fernández Abajo, la voz de personajes tan conocidos como el padre de 'Bonanza'.

Otra de las voces que surgió entonces fue la del periodista de Radio Zaragoza Juanjo Hernández, referente de un gran número de anuncios del Gobierno Aragón, dibujos animados o una serie sobre el príncipe Felipe que emitió Telecinco.

"La credibilidad es la base para un buen doblaje. Los actores se la juegan en el teatro o en la gran pantalla y nosotros, en el doblaje. Hay casos en los que se ha cambiado la voz de un personaje, por ejemplo en 'Las chicas de oro', y se ha perdido toda su credibilidad. Por eso es tan importante que las voces se amolden como un guante a la interpretación", matiza Hernández.

Para conseguirlo, cada uno tiene su truco, pero por regla general hay que visionar la imagen varias veces para sincronizar la voz con los movimientos. "Es mucho más fácil cuando doblas a un buen actor, porque con sus gestos lo dice todo. Normalmente, con un par de visionados es suficiente, luego memorizas el dialogo y lo sueltas", apunta Díez.

Esta lección es una de las primeras que aprendió en la Escuela de Doblaje de Zaragoza, que cerró sus puertas hace años. La Escuela de Cine Aragón, que dirige Octavio Lasheras, tomó el relevo, pero la falta de alumnos acabó con la iniciativa. "No hay demanda de clases, todo se lo lleva Madrid o Barcelona, igual que pasa con el trabajo. Lo monopolizan todo y la mayoría de los doblajes se realizan en estas ciudades", concluye Lasheras.

Fuente: Heraldo.es