Documenta 10

El pasado 7 de Mayo daba comienzo la VII Edición del Festival Internacional de Documentales de Madrid. La cita anual de la ciudad de Madrid con el cine documental y de la no ficción. Diez días de proyecciones, actividades paralelas y encuentros entre cineastas y público.

El día 7, como viene haciendo puntualmente cada primer viernes de mayo, desde 2004, nuestra ciudad rebosa de buen cine documental a lo largo de diez días.

Documenta Madrid, fiel a su cita con todos los madrileños, o no madrileños, que quieran estar al tanto de “lo que se cuece” en el documental de última tendencia, ofrece, hasta el 16 de mayo, los trabajos más novedosos y de mejor calidad de los producidos en 2009 y 2010.

Quiero plantear estas líneas como una invitación extensiva a todo aquel que las lea. Una invitación a compartir con el equipo del festival y sus visitantes (directores, productores, expertos en el tema, etc) unos días plagados de grandes películas y buenos momentos de intercambio de ideas, proyectos, experiencias y emociones.

Siempre digo que, en mi caso, la relación que he mantenido con la no ficción ha sido inversa a la habitual. Con el documental, primero me casé y, luego… llegó el enamoramiento. Tras unos años al frente del Festival Internacional de Imagen Animada de Pozuelo de Alarcón Comunidad de Madrid, aterricé en el Área de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid con una tremenda adicción al efervescente escaparate para la creación contemporánea que supone cualquier festival cinematográfico. En aquel momento solo existía en nuestro país un único certamen dedicado en exclusiva al género de la no ficción, pero, tras años de que el panorama documental en España (producción, distribución, exhibición e incluso formación) fuera un árido y extensísimo desierto, salpicado por algún que otro esporádico oasis, las cosas estaban empezando a cambiar lentamente. Tomo prestada frase al Presidente del Gobierno para decir que estaban iniciándose los “brotes verdes” en el territorio del documental (Michael Moore barría en las salas con su oscarizado alegato anti-armamentista, algunos filmes españoles habían llegado a tener buenos resultados de taquilla en las salas, las nuevas tecnologías que llevaban aparejado el abaratamiento de costes irrumpieron propiciando el aumento de la producción nacional, etc), que estaban transformando la situación en un poco más bonancible.

En definitiva, lo consideramos un buen momento para plantearse traer a Madrid, en cita anual, lo más descollante del género. Y, poco a poco, y a fuerza de ver ingentes cantidades de películas fui haciéndome consciente de algo que es lo que me gustaría transmitir desde este texto.

El cine documental no es el No-Do, no son noticias filmadas, no son las series sobre animales, naturaleza o geografía que vemos en televisión, no es… podría seguir hasta la saciedad, pero prefiero resumirlo en una contundente frase que el gran cineasta chileno Patricio Guzmán pronunció en Documenta hace unos años: “Los documentalistas no somos periodistas, somos poetas”.

Poco hay que añadir.

El cine nació documental y, hoy en día, gran parte del género de no ficción es fundamentalmente eso: cine. CINE con mayúsculas.

Sin duda, en nuestros días, es el género más vivo, en el que más rupturas, hallazgos e innovaciones tanto temáticas como estilísticas se están produciendo.

Pueden creerme… la programación de este año es de auténtico lujo, no dejen pasar esta oportunidad. Para todos aquellos que decidan arriesgarse a comprobarlo por sí mismos… la invitación sigue en pie.

¡Vengan a enamorarse del cine documental!

Fuente:Documentamadrid.com

Antonio Delgado Liz
Director del Festival Internacional de Documentales de Madrid