El barrio de Ciudad Jardín, en Puerto Real, provincia de Cádiz, se ha convertido en un ejemplo de comunidad de autoconsumo compartido. Sus más de 2 000 vecinos se han unido para ser un barrio pionero en España en la implementación de las energías renovables en el día a día.

Energía renovable en las zonas comunes

Hace ya un año que las zonas comunes de los 31 edificios que forman este barrio funcionan con energía renovable, como la luz de la escalera, las antenas de televisión y los ascensores.

“Yo tengo una vivienda en el campo en la que instalamos placas solares. Cuando vi todos los beneficios que tenía y el ahorro que suponía, pensé en que quizás se podría implantar en el barrio teniendo en cuenta que teníamos una factura de luz bimensual de alrededor de 3 000 euros”, ha declarado Fernando Monroy, presidente de la Asociación de Vecinos Puerto Balbo.

Con una inversión de 160 000 euros, se montaron 186 paneles solares de alto rendimiento en los castilletes que recubren el sistema de ascensores. Con esto se conseguían dos objetivos: por un lado, quedaban protegidos de las inclemencias del tiempo, y por otro lado, el impacto visual era mínimo.

La decisión fue unánime

Cuando se planteó la propuesta en la Asociación de Vecinos Puerto Balbo, los vecinos de los 31 edificios del barrio lo vieron claro. De hecho, están encantados con los resultados, sobre todo con el ahorro económico que supone. Hasta ahora la factura bimensual de electricidad en este barrio era de unos 3 000 euros, mientras que después de instalar los paneles solares se ha reducido a unos 600 o 700 euros, por lo que el ahorro es palpable.

Según dice el presidente de la Asociación de Vecinos Puerto Balbo, el gasto en energía eléctrica era de unos 25 000 euros anuales y tienen previsión de que se reduzca hasta un 60 %. Además, no ha sido necesario pedir ninguna derrama a los vecinos del barrio, sino que se ha podido financiar con una parte de los ahorros de la comunidad y mediante un préstamo bancario.

Objetivo: energía solar también para el consumo de los hogares

El proyecto quiere crecer usando también la energía solar para cada uno de los hogares del barrio, que son casi 500 viviendas, y después verter a la red los excedentes de electricidad para obtener beneficios.

“Es un proyecto también muy interesante, aunque más complicado de gestionar porque son 497 viviendas, y cada una tiene la comercializadora de energía que cree conveniente. No obstante, en cuanto terminemos de pagar la primera fase, investigaremos las oportunidades de la segunda”, declara Fernando Monroy, presidente de la Asociación de Vecinos Puerto Balbo.

Por último, según palabras de la empresa que ha hecho la instalación de las placas solares, cada vez se interesan más vecinos en formar parte del cambio de modelo energético y en sus ventajas económicas.